lunes, 14 de abril de 2014

Reto 7 conseguido!. Los trapitos de Clara en orden (por fin)


¡Hola organizadores!
Por causas ajenas a la organización y relacionadas con mocos, fiebres, maletas y demás, por primera vez he tardado una semana más en rematar el reto.
Además ha sido de esos en que a la mitad me he bloqueado, y ni para atrás ni para adelante oye. Ahí tiradilla...
Menos mal que nuestro duende Ale me dio el empujoncito y me desatascó el asunto. Se puede decir que este reto lo hemos hecho al alimón, porque sin ella, lo hubiera dejado a medias.
Tal ha sido la saturación de trabajo estas semanas (entre preparación de bautizos, invitaciones de cumpleaños para mi suegro, casa, maletas, compras de última hora y demás), que la semana pasada me entró una pájara como a los ciclistas, y tuve que parar el ritmo.
Pero bueno, ahora viene lo bueno.
La que suscribe con sus churumbeles y maromo se va casi tres meses para la madre patria. Bueno el maromo no se viene todo el tiempo pero si dos meses que se ha tomado de permiso de paternidad. Primero vamos al pueblo, y luego hemos alquilado una casita en la playa y vamos a recargar las pilas. No vemos la hora. Han sido un par de años sin auténticas vacaciones juntos. A lo sumo una semana, y así no hay quien desconecte.
Así que este año, dejamos a Ale al cuidado de la guarida y para allá que nos vamos A DESCANSAR.

Así que de momento, no podré hacer más retos hasta la vuelta, pero como me resisto a desconectar del todo de mi bloguito, me he comprado un teclado normal para la tablet, e intentaré publicar de vez en cuando cosillas que se me vayan ocurriendo, comprillas que haga relacionadas con la organización, blogs que me gustan sobre el tema y demás. Así no me olvidáis del todo...

El reto esta vez lo había subestimado bastante.
Parece mentira que un bebé de 8 meses escasos tenga el vestuario que tiene esta niña. Ni yo en mis años coquetuelos ("ande" andarán ellos) tenía tal cantidad de modelitos (y os lo dice una que ha llegado a tener treinta y seis pares de zapatos).
Y os puedo asegurar que yo le he comprado muy poquitas cosas, y le he cosido tres o cuatro vestidines y braguitas con sus capotas, no más.
Pero, entre la herencia de sus hermanos (por esos tiempos no los vestía iguales, así que tenían mucha ropita diferente, los regalos, y sobre todo la herencia de su prima Noa que le ha pasado una cantidad de cosas monísimas y nuevas (hay que ver lo nueva que se queda la ropita de los bebés hasta que empiezan a gatear, luego la destrozan que no hay por donde cogerla) el armario está a reventar.

La primera idea, fue poner su ropita en el armario de sus hermanos. ¡Jajaja!
Al final la señora marquesa necesitó un PAX de un metro enterito para ella y encima con dos barras.

Antes de nada y para que no me llaméis guarra aquí va un pliego de descargo. Aunque no es muy lucido, este es el estado normal de mi armario tal cual, sin reto ni nada
O sea que lo de la niña es algo excepcional eh! que no somos tan cochinos.

La frase más repetida de mi casa:
¡¡¡CORRE TRÁEME UN BODY QUE ESTA ESTÁ DE CACA HASTA LAS OREJAS!!!!!
Y claro, te pones nervioso, y abres el cajón y tiras de lo primero que pillas que resulta no ser un body, y entonces corriendo rebuscas y ya está la cosa liada.
Bueno, mejor os pongo rapidito las fotos de la vergüenza, las miráis así de pasada que me da corte y vamos al lío...
Allá van:



Hala, ya lo he soltado.

Ahora os cuento el proceso, aunque no tengo fotos de todo.

A la izquierda tenía un colgador con mis bolsos, que no pintaban nada ahí, la verdad, así que me fui a Ikea a buscar unas cajas para meterlas en ellos, con tan buena suerte que me traje las que no eran, así que tuve que quitar el colgador y apilarlas sin más. Pero no quedan mal porque son bastante robustas.
La idea era poner en esas cajas las prendas de las prisas, o sea, bodies y pijamitas. Teniéndolos ahí, no hace falta desordenar los cajones. Abres la solapita de la caja, sacas el body y listo.
Compré cuatro cajas una para bodies de manga corta y tirantes, otra para los de manga larga, y para los pijamas de invierno y verano.

Tengo un block de papeles de Scrap que me chifla desde hace tiempo. Es hipermaleni, y tenía ganas de usarlo para decorar algo. Hice las etiquetas con ellos combinando diferentes estampados



Así quedaron las cajas etiquetadas, con un lacito rosa y rellenas

Para los cajones usé los mismos papeles

Encima de la balda unas cajitas compartimentadas con los leotardos


y abajo del todo en tres cajas monísimas que compré hace tiempo en Cáceres, metí la ropita de primera puesta a la espera de seleccionar las que quiero conservar o donar.
Los cajones los distribuí en "ropita" (jerseys, vaqueritos y todo lo que está mejor doblado), "complementos" y "zapatos".
Las cajas de los cajones ya las tenía pero se habían desmadrado así que las organicé un poquito mejor


Arriba izquierda pantaloncitos, centro vaqueros, derecha camisetas y polos. Abajo izquierda chaquetas centro y derecha jerseys. La cajita que véis la decoré un poquito también. Es donde guardo las horquillitas para el pelo


El segundo cajón quedó muchísimo más despejado

Aquí guardamos las mantitas, los arrullos, el cambiador, los baberos, patucos y gorritos. En la latita redonda, las diademas y floripondios que le pongo.

Y por último, el cajón de Doña Imelda Marcos. (Para los más jóvenes: la mujer de Ferdinand Marcos, dictador de Filipinas hasta 1986, que cuando su marido fue derrocado tenía en su casa un zapatero de unos tres mil pares. Clarita lleva buen camino)


 Está practicamente descalza la mi niña, pobre.
Intenté organizar la ropa colgada por colores y todas esa vainas que te ponen en las revistas y en los blogs de decoración, pero la verdad, era un jaleo, y no creo que me aportase un extra de organización, así que intenté agruparlo un poquillo por tipos de prenda, pero no mucho más.
Aquí véis como me quedo en conjunto:



La verdad es que parece otro, y ahora ya sí me atrevo a hacerle la maleta a la princesa, va a ser mucho más fácil encontrar todo lo que quiero llevar con las cosas organizadas.

Y hablando de maletas, no os perdáis la próxima pildorilla, que como no podía ser de otra forma va de viajes...

Espero que os haya gustado el resultado y que haya merecido la pena esperarme. He recibido ya el trabajazo de Damaris, así que esta misma noche me pongo a editar las fotos y publicarlo. Luz también lo va a publicar en su blog, así que animáos que todavía estáis a tiempo.

Mil gracias por la paciencia.
Ahora mis frikifotos y a ponerme con vuestros resultados.





Besos mil!!!

Pilar


miércoles, 2 de abril de 2014

Pildorilla del orden 4: Un rincón para tomar nota




¡Hola organizadores!
Hoy toca una pildorilla del orden ¡y ya van cuatro!
En realidad este post lo tenía escrito hace como un año para cookies-olé, pero todavía no lo había publicado, ahora creo que pega más en este blog, así que para acá me lo traigo.
En esta entrada os contaba como había descubierto mi librito gurú, y como trataba el tema de la organización.
Uno de los puntos que repite constantemente es que para cada tarea que se haga en la casa debe haber un lugar, ya sea grande o minúsculo para llevarla a cabo con comodidad y eficacia, donde esté a mano todo lo necesario.
En el libro habla de crear "centros", y este ha sido uno de esos centros que he creado. Pero bueno, os dejo la entrada tal como la escribí entonces:

Otra entrega de la serie "acorralando el caos". Cada vez está más cerca el objetivo de acabar con todos mis puntos negros caseros, esos que roban energía y tiempo y que fastidian el Feng Shui ese.
El turno ahora es del escritorio.

En casa tenemos una habitación contigua al salón que es como el pabellón multiusos de mi pueblo. Es biblioteca, cuarto de costura, de manualidades, oficina casera, y ahora además lugar favorito para desparramar los legos por doquier y pintar el suelo con pinturas: yo les doy un cuaderno, ellos se emocionan se emocionan, les embarga el sentimiento creativo, y como te descuides te han decorado las zapatillas (y por ende el espacio de suelo entre ellas y el cuaderno donde empezaron)

Pero en este cuarto, nos faltaba un escritorio a la antigua usanza, o sea, para escribir.

Como nuestro dormitorio tenía un espacio entre la cama y la cómoda como para bailar un vals (absurdo tamaño enorme de las habitaciones para dormir en comparación con la enanez de mi cocina)
decidí probar a poner una mesa a los pies de la cama.

Era un sitio un tanto extraño para ponerla, pero resultó que el efecto nos gustó mucho.
Es una mesa de Ikea de cristal que ya teníamos en la otra casa y que nos encanta.
Además todavía tengo mi ordenador antiguo lleno de fotos y proyectos y no sabía donde colocarlo así que mataba dos pájaros de un tiro, porque la mesa es bastante grande.

Así que después de crear el "centro del café" y el "centro de la costura" como aconsejaba mi librito gurú, me dispuse a crear un "centro de escritura y correspondencia".

Hoy en día se está recuperando la tradición de escribir tarjetas de felicitación, lo cual me encanta, porque además me chifla hacerlas y estamparlas a mano.
Lo que no se cuida en absoluto son otro tipo de detalles que me parecen de mínima educación, como por ejemplo enviar una pequeña tarjeta de agradecimiento después de una invitación a cenar o a una fiesta, o escribir decentemente los justificantes o las autorizaciones de los niños para el cole (los míos todavía no van, pero como profesora he recibido cada papel churripitoso, cortado de un cuaderno de cuadros sin sobre ni nada y lleno de faltas, que era para echarse a temblar).
Cuando yo era pequeña, recuerdo que mis padres y mis abuelos tenían además de las tarjetas de visita, unos folios de papel preciosos, donde además de su nombre y dirección ponía después "Saluda" y que se usaban para esas cosas.
Ahora con un e-mail sería suficiente, pero es que para algunas cosas soy muy antigua :)

Vamos a ver que necesitamos para ese centro:

1. Papel y sobres, obvio.
De nuevo exploté las ofertas de mi querido/odiado Vistaprint y encargué un juego de papel por dos perras.
Pedí:
- Folios con nuestro nombre y dirección impresos / Sobres a juego
- Tarjetones también personalizados y también con sobres.
- Un bloc de notas igual
- Un set de pegatinas para el remite de los sobres con el mismo diseño.
Las tarjetas de visita ya las tenía de antes, y aunque no pegan mucho, pues no iba a encargar otras 250, que ya era mucho.
Todo ello no me salió por más allá de 20 Euros, hay que buscarse las ofertillas.
Añadí al conjunto unas tarjetas en blanco donde había estampado previamente "Danke" (gracias)  y unos sobrecitos a juego
También unas cuantas tarjetas en blanco compradas y otras hechas por mí para diferentes ocasiones (Navidad, cumpleaños, aniversario...) Normalmente las hago pensando en cada persona, pero hay veces que te pilla un cumple o una inauguración de una casa de repente, y es mejor estar preparado)



2. Sellos (porque si no tienes en el momento se te olvida un día tras otro ir a por ellos y la carta muere en casa, no os ha pasado?)
Me fui a la oficina de correos y compré un par de sets de sellos. Allí me regalaron un rollo de pegatinas de "luftpost" (por avión) que hay que poner pegadas en las cartas.

3. Una libreta de direcciones postales yo ya la tenía pero la tuneé un poquito. Es de esas finitas que vienen en las agendas anuales que regalan en las empresas como cuadernillo adjunto.

Le puse una portada de cartulina troquelada, un poquito de cinta y una par de sellos, y quedo más mona, aunque todavía me queda mucho que aprender de esto del Scrapbboking y alterar cuadernos y demás.

4. Bolis o plumas para escribir

AVISO: A partir de este punto 5 todo es pijerío mío, no es imprescindible pero me gusta :)

5. Un set de lupa y abrecartas el mío es estilo antiguo y me lo regaló mi tía hace años. Me encantaba, pero no sabía donde ponerlo, así que por fin había encontrado un cometido para él.

6. Pijaditas varias para dar un toque personal a tu correspondencia: mi colección de sellos con las iniciales de toda la familia y diferentes símbolos, el lacre (en barra y en pastillas), los mecheros para calentarlos, un set de caligrafía y sus botecitos de tinta correspondiente...)

7. Una base para apoyarte al escribir: 
(es mucho más agradable): La hice imprimiendo las rayas y el marco en un papel a tono y luego pegando la hoja a una base de cartón (las que traen detrás los cuadernos para acuarela son muy duras, y yo siempre las guardo por si acaso)
Bien, ya tengo todo este material, pero claro, ahora hay que buscar recipientes bonitos y a ser posible baratos y todavía mejor, que ya tengamos en casa de antes.
Añadir leyenda

La pieza central del escritorio estaba clara. Llevaba cinco años vagando por la casa sin un destino fijo. Ha servido para guardar los mandos de la tele, papelorrios varios sin ton ni son, cupones y recetas en la cocina etc etc, el pobre ya se merecía un sitio digno.

Seguro que muchos teneis uno en casa, es de Ikea, pero creo que aquí ya no lo venden.
Después de un trabajito de decopatch, y un poquito de pintura dorada por los bordes, me quedó así (perdonad que está borrosa la foto, ya sabéis la maña que me doy)



Me parecía (como siempre) que le faltaba algo. ¡¡¡Una etiqueta!!!.

No sé si conocéis un plástico que es como un acetato flexible, que al calentarlo se transforma en sólido. Lo hay en negro, marrón, transparente y blanco (la marca más famosa es Shrinky Dinks) y se reduce normalmente a un treinta por ciento del tamaño original, se usa para hacer pequeños adornos en Scrapbooking, o para hacerse pendientes, colgantes, llaveros etc. Yo tenía un paquete que me tócó en una rifa en la feria de Scrap del año pasado y no sabía que hacer con él, pues hala, una etiqueta.
No me di cuenta de grabar un video de como la hice, pero estoy trabajando en otra cosita para la habitación de los niños, y para esa si que lo tendré en cuenta.

Calque a un tamaño tres veces más grande del que quería obtener un marco rimbombante y la palabra "Correspondencia" en una letra que pegase con todo el asunto "Edwardian Script". La rotulé con rotulador permanente dorado, la recorté y tras un poquito de calor con mi pistola de aire, lo pegué al frente le puse un par de remaches, y ahora ya quedé contenta con el resultado.



Ahí metí el papel, los sobres, los tarjetones, las tarjetas de visita, el cuaderno de direcciones, el bloc de notas, el set de caligrafía y el del abrecartas, los bolis, y algunos folios extras en blanco. También puse un cuadernito que me encanta y que me compre para escribir las notas del viaje en la luna de miel. No pinta nada pero queda bonito.
También puse dentro la falsilla que os he enseñado para no torcerme y tener una superficie agradable para escribir.

Faltaban aún un montón de cosas por guardar.

No sé si conocéis Pórtico.

La tienda de Madrid es un infierno paradisíaco.

O sea que vas, y es todo tan bonito que te da una locura temporal (porque además los precios están muy bien) y te lo quieres llevar todo.
En mi última excursión y conteniéndome a tope salí de allí con tres cajas de lata a las que no me pude resistir. No sabía entonces para qué, pero me las traje.
Además los dibujos le vienen al asunto que ni pintados



En la grande guardé las tarjetas en reserva para cumpleaños, Navidad y demás
En la pequeñita cuadrada los sellos y las pegatinas de Luftpost
Y en la pequeñita rectangular, los mecheros y las pastillas de lacre para evitar que se las coman mis enanos.

Faltaban los sellos para el lacre y la tinta.

Me parecían muy bonitos para guardarlos en una caja, y aunque no me gusta tener cosas por encima de la mesa que no estén guardadas, eran en sí mismos decorativos, así que el vaciabolsillos que teníamos en el mueble del pasillo (y que también pegaba que ni pintado) se convirtió en bandejita portasellos.


Lamparita por aquí, plantita por allá voilá, Aquí el resultado final en su estado natural, o sea, con un niño saltando encima de la cama...


Aquí puedo escribir mis felicitaciones y notas personales con tranquilidad y encima queda bonito
¿Os gusta?
Esta vez no tengo fotos de antes y después porque antes no tenía ningún sitio para escribir.
Añado: este centro de correspondencia haría un centro para el teléfono perfecto, así tendríamos todos los bolis a mano, la libreta de teléfonos y todo lo necesario para apuntar las informaciones. En mi caso tengo que tener el teléfono en el pasillo porque el enchufe está ahí, pero si tengo que apuntar algo vengo al escritorio y no me vuelvo loca buscando un boli (¿no os ha pasado que no encuentras y si encuentras no pinta justo cuando tienes que apuntar algo que te dicen por teléfono?

Bueno, pues esta es mi pildorilla del orden para hoy, ya sabéis un pequeño cambio que facilita alguna de las tareas habituales.

¡¡¡Me vuelvo a meter en las profundidades del armario para poder enseñaros mis resultados el lunes!!!

Besitos mil!

Pilar